Rastro de jabalí

Los jabalíes prefieren la variedad «Royal Gala»

Félix y José comenzaron su explotación de manzanos en Cornago hace 8 años y desde el primer día, los jabalíes y los corzos de la zona ya bajaban. A partir de ese punto, todos los años han sufrido ataques por parte de la fauna salvaje, pero este sin duda, ha sido el peor.

El día 14 de junio la situación se agravó, cuentan los hermanos, al ver que la incidencia de la “madre con sus jabatos” había sido mayor que las últimas veces. Toda la zona baja e intermedia del árbol se ve afectada, se comen la fruta en pleno crecimiento y rompen los tallos y ramas con los colmillos.

Los jabalíes rompen las ramas altas para que las crías puedan comer

Los corzos solo buscan brotes verdes

Explican los hermanos que todo el esfuerzo de un año se echa a perder en cuestión de horas.  De poco sirve abonar y realizar tratamientos fitosanitarios si luego “van a darse un festín a tu costa”. Lo curioso es que no comen las manzanas del suelo, ni las primeras que encuentran.

“De entre todas las variedades, solo van a por la Royal Gala”

Tres hectáreas y medias de plantación suponen un gasto elevado si se quiere proteger de las incursiones animales. “Hemos gastado miles de euros en postes y vallas, pero nada sirve. Si tapamos el hueco por el que entran, encuentran otro”. Tienen un “perro bodeguero” (ratonero bodeguero andaluz), lo cual no es suficiente para espantar a los intrusos.

La valla no supone un impedimento para el paso de la fauna salvaje.

Bajo esta premisa se plantea el conflicto que los dos hermanos tienen con el Ayuntamiento de Cornago y la Consejería de Sostenibilidad y Transición Ecológica. Los animales acceden a la plantación a través de un coto que pertenece al propio municipio, que tiene el fin de beneficiar al pueblo a través de su explotación. Según José “no les sale rentable”, por lo que acaba perjudicando a sus vecinos a la larga.

“No quiero dinero, quiero que no se coman las manzanas que tanto esfuerzo nos supone”
“Protegen a los animales, pero no nos protegen a nosotros de ellos”

El problema reside en la negativa de dar caza a estos animales por parte de la Consejería, ya que los jabalíes se encuentran en época de paridera. La solución que la Concejalía de caza ha ofrecido ha sido enviar un formulario, pero ambos hermanos saben que “con eso no se va a ninguna parte”. Antiguamente han tenido problemas similares comentan, pero sí permitían dar caza a unos pocos (batidas de daños) para que cesaran los ataques, ahora ya, imposible.

Aseguran haber visto a decenas de jabalíes, ciervos y corzos pastando de los árboles frutales a todas horas, en cualquier lugar. Es algo cotidiano. La situación empieza a tornarse insostenible para los agricultores de la zona, y por ello piden ayuda desesperadamente para que este problema con el que llevan luchando años se reduzca.

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